Translate

lunes, 25 de mayo de 2015

¿Vacaciones pagadas?


¿Es fácil ser una au pair? ¿Es verdad que es un chollo? He llagado a oir, quizá tú lo pienses, quizá no, que ser au pair es irse de vacaciones y con sueldo. ¡JÁ! TURURÚ QUE TE VI. Para que os hagáis una idea, el otro día salí de fiesta con otras au pairs, y a la vuelta el taxista nos  preguntó que qué hacíamos en Ely, porque éramos un grupo muy internacional. Le dijimos que trabajamos como au pairs en pueblos de aquí cerca y su respuesta fue; "Au pairs, trabajo duro y cuatro perras". ¡Qué razón tienes, querido taxista!

Mi trabajo;
Me levanto a las 7.25 am. Me pongo lo primero que pillo y bajo a hacer el desayuno para L., T. y E. Lavo los platos. Ayudo a T. a lavarse los dientes, persigo a L. para que se los lave. Peino a T., persigo a L. para que se peine. Preparo todas las mochilas, botes de agua, packed lunches, etc. ¡Vamos al cole! Afortunadamente está sólo a 10 minutillos andando, y los niños van al mismo cole desde septiembre. Vuelvo a casa. Planchado, lavadoras, tendido. Ducha y comer. A veces tengo que cocinar por las mañanas la cena, a veces no, todo depende en lo que E. y yo hayamos acordado, o de si me ha pedido que haga algo más como coser, cambiar todas las sabanas de la casa(dos veces al mes), lavar las cortinas de la ducha, preparar alguna tarta o cualquier cosa que se le haya ocurrido para ocupar mi tiempo "libre". A las 3.15 pm recojo a T., cinco minutos más tarde recojo a L., vamos a casa o al parque si tenemos tiempo. Jugamos, hacemos deberes. Les preparo para sus distintas actividades extraescolares. Hago la cena y me peleo con ellos para que cenen. Si a las 7 pm todavía no han llegado a casa, preparo el baño para los niños. Si a las 8 pm no han llegado les meto en la cama.


No sé si os parecerá mucho o poco, eso lo dejo a criterio de cada uno. Pero es cansado, por mucho que te gusten los niños. Claro que todo depende en la familia. Esto es, básicamente, una lotería. Eso sí, como la lotería, es muy difícil que te toque. Pero eso tampoco quiere decir que siempre salgas perdiendo. Lo que quiero decir es que no hagas caso cuando te digan que es un chollo. Sí, está muy bien, es una experiencia bonita y una forma barata de ir a otro país. Pero se curra, mucho, mucho . Y se gana poco, muy poco para todo lo que se hace.Y quien diga lo contrario, miente... o le ha tocado el gordo.

N.

domingo, 24 de mayo de 2015

Despedida y llegada.


De lo relativo del tiempo.


Vosotros diréis "Pero si ha pasado un año, ¿cómo te vas a acordar?", pues me acuerdo, creedme. Lo primero de lo que me he dado cuenta  en el tiempo que llevo aquí es de lo relativo que es el tiempo. Semanas que pasan como horas: las risas, tus nuevos amigos, el idioma... todo hace que el tiempo se precipite, y que antes de que quieras darte cuenta estás despidiendo a gente que nunca pensaste que llegarías a querer tanto.  Pero también hay horas, minutos y segundos que parecen meses... y echas de menos, mucho, aunque no seas de la clase de persona morriñera que necesita ver a su familia cada semana. Eso da igual. Echas de menos hasta doler.

Pero bueno, volviendo al tema de la entrada. ¿Cómo fue mi llegada?

Domingo. Me despierta mi madre a las dos de la madrugada, toca ducha y aeropuerto. Esperas, colas, lágrimas. Paso el control con el corazón en la boca;  emoción, miedo, inseguridad... a saber qué me encuentro. Vuelo. Dormir. Aterrizar. A las ocho de la mañana, cuando mi avión toca suelo inglés (Stansted, más concretamente) mi estómago decide saltar de rincón a rincón de mi cuerpo. NERVIOS mayúsculos. Más colas, recogida de equipaje (apáñate tú con tres maletas y dos manos) y a la calle. Veo mi nombre escrito en un cartel: S., mi nuevo hostdad, me espera. Vamos al coche y, ¿cómo no?, me meto en el lado que no es: ¡Qué típico!  En el coche me atraganto con mi inglés, pero la conversación fluye. Me siento bien. Me recuerda a Cantabria. Pasamos una decena de pueblos, cada cual más bonito que el anterior. Más emoción. Aparcamos. Una mujer sale corriendo de la casa, E., mi nueva hostmum. Me da un abrazo enorme (y yo que creía haber entendido que los ingleses eran fríos, oye. Primer estereotipo caído) y veo a un renacuajo corriendo a esconderse debajo de la mesa. Me da que ese es T.
Me enseñan la casa, preciosa, rústica. Me gusta. Mi cuarto. Enorme. Luminoso. Me encanta. Dejo las maletas. Pregunto por la niña y me dicen que tenemos que ir a recogerla a coro, en Cambridge, y luego iremos a un picnic.  Todo me encanta, estoy feliz.
Lunes. E. se ha cogido el día libre para enseñarme cómo van los horarios, dónde está el cole de L, dónde está la guardería de T. Me enseña el pueblo; residencial, bonito. Todo el mundo te da los buenos días al grito de "Morning" y sonrisa de oreja a oreja. Vamos a la town más cercana, Ely, para comprarme un tarjeta de prepago y a hacer algunos recados.  Ely es increíble. Muy muy muy bonita.

 Creo que me estoy enamorando de Inglaterra, de mi hostfamily, y de ser una au pair. ¡Ay, bendita inocencia!


N.

Casi un año después:

Hola de nuevo,


Abandoné el blog, sí. En parte por vaguería (hay que admitirlo), y en parte porque la ilusión con la que me iba poco a poco se fue yendo... lejos, muy muy lejos. Aunque no todo es malo. Creo que ahora, casi un año y muchas experiencias después, es el momento de escribir el blog. Ahora os puedo guiar, ayudar, y... advertir.  Así que, si me lo permitís, volvemos a empezar.

¡Os veo en la siguiente entrada! 


N.